mercoledì 25 gennaio 2017

Marcos Pou che scrive il suo dialogo con Gesù: "Te necesito mucho". Ho un gran bisogno di te.

Questo è il sito a lui dedicato: https://www.marcospou.com/
Modestamente, è mio fratello, figlio dello stesso padre.

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De los diarios de Marcos

Marcos escribió un diario (“dirigido a Él”, según sus palabras) durante los últimos años de su vida. Del diario se desprende una relación estrecha, íntima y apasionada con Cristo que cautiva. De todos los textos escritos (una docena de libretas) se está preparando una selección, que aparecerá en una edición en italiano que prepara la editorial Piccola Casa Editrice.
Aquí reproducimos algunos textos suyos y fragmentos de algunas de las cartas de amigos de Marcos escritas tras su muerte.

"Mi corazón dentro de mí está cierto.
Tengo sed de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. De esta forma me levanto, Señor: con el corazón empequeñecido, necesitado. Por un lado, está la tristeza y la pena por cómo Te he tratado esta semana, por cómo me he tratado (sigo poniéndome como protagonista de mi vida) y, por otro lado, la renovada necesidad de Ti: de quien vuelve el rostro a Ti. Quiero que domines Tú en mi vida.

En mí, tan sólo la mendicidad y el asombro, y que Tú domines todo: mis pensamientos, mis acciones, todo. Recógeme y vuelve a conquistarme. Es evidente que tengo que llevar Qué bonito también que te sirvas de mí, hoy me lo decía L: tu preferencia es Su caricia. Y qué regalo que me hagas testigo de la vida de muchos (aunque también me veo muy pequeño para acompañar), me escriben amigos de mi edad y se me hace evidente la desproporción entre lo que yo les puedo decir y lo que necesitan.

Ser testigo de cómo tocas sus vidas es otra oportunidad para reconocer que fácilmente reduzco a un motivo de orgullo cuando se trata de una delicadeza por tu parte. Pero, sobre todo, Señor, lo que quiero es estar más contigo, pensarTe más, echarTe más de menos, rezarTe más y ofrecerTe más mis acciones y deseos. En definitiva, en Tu persona se resume lo que deseo. Así que concédeme la santidad de la que habla Benedicto XVI y concédeme conocerTe de una forma escandalosamente real y concreta. Quiero crecer en la intimidad contigo.Tener una vida ordenada, porque sin Ti no tengo nada, y no tengo nada que ofrecer a quienes me «encomiendas». Cuida de tu siervo, Señor. Te necesito mucho".